¿Sabes qué es una “Pistola de Chejov”? ¿La regla del 3 en comedia? ¿Un topper? ¿Un pulso dramático? ¿Un desencadenante difuso? ¿Cuántas tramas maestras hay? ¿Cuándo es posible un protagonista pasivo? ¿Cómo funciona la ironía dramática? ¿Qué es eso del subtexto? ¿Un intercut? ¿Hay vida fuera de la estructura en tres actos?
Estas son sólo algunas de las cuestiones que nos salen al paso cuando empezamos a escribir en serio. Seguramente tenemos una idea bastante aproximada de hacia dónde queremos ir, pero nos encontraremos con muchas dudas acerca de si estamos siguiendo el mejor camino.
Por desgracia, en ningún sitio está escrito, de manera definitiva, cómo se deben hacer las cosas. Hay, y no es poco, una experiencia acumulada acerca de lo que ha funcionado y lo que no. Pero, por suerte, es esa carencia la que nos permite seguir experimentando y ampliando nuestros recursos. Al final, no necesitamos leyes, sino una buena caja de herramientas.
Nuestro mejor aliado a la hora de llenar esta caja es el estudio del repertorio, es ver y analizar aquello que han hecho quienes nos precedieron. Y estar atento a las novedades que nos ofrecen nuestros contemporáneos.
Al escribir, siempre vamos a pisar un terreno movedizo e inseguro. Pero, con el ejemplo de los maestros, nos sentiremos menos solos. ¿Te animas a dar una vuelta por este maravilloso territorio?
